Baños Árabes de La Zubia

Los Baños árabes de La Zubia se ubican en las inmediaciones del municipio. Se corresponden con el modelo de baños árabes rurales, caracterizado por cierta sencillez y ausencia decorativa. La construcción de este baño se asocia al curso de una acequia cuyos restos son visibles hoy día. 

Presenta una peculiaridad en comparación a otros baños árabes rurales conocidos. Si normalmente las salas se estructuran paralelamente, en este caso la sala fría se ubica de forma perpendicular a las otras dos, las salas templada y caliente, conformando una planta especial. Lamentablemente, aquella es la que peor se conserva y solamente podemos observar el arranque de sus muros. Las salas templada y caliente se conservan en su totalidad, están realizadas con hiladas de ladrillo y cubiertas con una bóveda de cañón, con lucernarios que permiten el control de la iluminación, la humedad y la temperatura. Ambas salas están separadas por un arco de medio punto. 

Otra peculiaridad de estos baños es que conserva intacto el hipocausto, que discurre en el subsuelo de los baños, siendo el que único que se conserva en tan buenas condiciones en toda la Península Ibérica. . 

La primera referencia en fuentes escritas a estos baños se realiza en 1538, en un contrato de arrendamiento entre Alonso de Toledo y el matrimonio formado por Juan Al-moquin y Leonor Moquina, vecinos de Granada. Respecto a las primeras menciones académicas son obra del catedrático Antonio Almagro, a finales del siglo XIX, momento en el cual se descubrieron los baños.

En la década de los años ochenta del siglo XX, el arquitecto técnico Mariano Martín fue el encargado de su localización y documentación, por encargo de la Delegación Provincial del Patrimonio Histórico Artístico de Granada, y a raíz de su trabajo comenzaron las actividades de investigación y protección, alcanzado hasta nuestros días.