Alcazaba de Loja

La ciudad de Medina Lawsa se encontraba estructurada en tres zonas: el barrio del Jaufín (al norte y amurallado), el Arrabal (al sur y también amurallado) y por último, la Alcazaba. Esta, al igual que otras edificaciones constructivas del mismo tipo, se encuentra en una ubicación alta, sobre un promontorio rocoso, dominando así los restantes recintos urbanos. La ciudad de Loja era una de los enclaves estratégicos más importantes del reino nazarí de Granada, y con ello la Alcazaba, gran construcción donde se manifestaba el representante de la autoridad andalusí.

Con una planta aproximadamente triangular y construida en mampostería, conserva el lienzo que la recorre de sur a suroeste, formado por cinco torres y los intermedios tramos de muralla. El lienzo del Este tiene casas adosadas y en peores condiciones, situación a la que se le une el lienzo del Norte, derruido, y sirviendo de contención a los grandes rellenos que se presentan en el interior del recinto. 

Originalmente, se accedía a través de la torre del Homenaje, realizada con grandes muros de sillería de tipo unitario, con aparejo irregular de sogas y tizones. Su altura conservada cuenta con 9,70 metros y una de las características que la conforman es una inscripción, encima de la puerta, en la que se lee <<Dios es único, no engendró ni fue engendrado, no tiene compañero>>. A su vez, sobre esta, encontramos los símbolos nazaríes: la mano y la llave.

Otro de los edificios a destacar, y que se encuentra en el interior de la Alcazaba, es la Casa Cristiana o Caserón de los Alcaides Cristianos, mandada a construir por Don Pedro de Tapia, en 1616, y que alberga actualmente el Museo Histórico Municipal.

Junto a este recinto se encuentra el aljibe, construido con muros de hormigón de cal, formado por tres naves paralelas y comunicadas entre sí por arcos apuntados. Se conservan algunos restos de la escalera de bajaba, cañerías, entradas de agua y los pavimentos del interior.